jueves, 26 de septiembre de 2013

Despedida Madre de los Caracoles




Supongo que nadie quiere leer en un blog sobre una vuelta al mundo en el que nadie da la vuelta al mundo, pero ya que lo empezamos a contar voy a contar mi experiencia hasta el final.


Gonzalo y yo eramos una pareja feliz, vivíamos el momento, no parábamos de reír y cada día creábamos de la nada una historia nueva, siempre había algo que comer, algo que bailar y algo que soñar...


Uno de los muchos sueños de Gon era viajar para conocerse mejor así mismo y superarse como persona


Y yo soñaba a diario con que algún día viajaría por todo el mundo haciendo teatro.


Cuando nos conocimos teníamos tantas ganas de crecer juntos en todos los sentidos, que nos propusimos hacer este viaje SIN DINERO.


Al principio la cosa fue bien pero cuando empecé a trabajar en el mes de agosto, llegaba a casa muy cansada y lo único que me apetecía era descansar. Esto dejaba escaso tiempo para reírse y disfrutar como lo hacíamos antes.


No sé como ocurrió exactamente pero la relación se fue desgastando, llegando a la monotonía, esta sacó lo peor de nosotros.


En poco tiempo la cosa fue a más y sin darnos cuenta ya no había marcha atrás.
Esta relación estaba evocada al fracaso.


Así que con los billetes de avión en la mano y la mochila preparada nuestra, pareja se rompe. Y quedan dos mochileros con sueños ahora muy diferentes.


Tras mucho pensar y valorar pros y contras “La madre de los caracoles” decide quedarse en tierra.



De momento guardaré la mochila en el armario, aunque tengo el presentimiento de que muy pronto la volveré a ver...

2 comentarios:

  1. Espero que así sea Bea, los sueños tarde o temprano salen de las mochilas donde los dejamos aparcados y cuando te das cuenta, van camino de su destino ;)

    ResponderEliminar
  2. :( que mala cosa, pero las cosas pasan por algo, llegarán cosas mejores :)

    ResponderEliminar